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Pedofilia, hebefilia y pederastía: ¿son lo mismo?

  • Writer: M Celeste González
    M Celeste González
  • Sep 29
  • 3 min read

Se acerca el 19 de noviembre, el Día contra el Abuso Sexual Infantil, y en el marco de esta fecha, preparamos y compartimos diferencias entre conceptos que suelen usarse como sinónimos erróneamente.


La pedofilia se refiere a las personas que sienten una atracción sexual hacia menores de 11 años aproximadamente. El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-V, por sus siglas en inglés) define la pedofilia como “la excitación sexual intensa y recurrente derivada de fantasías, deseos sexuales irrefrenables o comportamientos que implican la actividad sexual con niñas/os prepúberes, generalmente menores de 13 años” (DSM-V, 2013).


Por otro lado, la pedohebefilia o directamente hebefilia, corresponde a una atracción sexual hacia menores de entre 11 y 14 años. Este rango equivale a una segunda etapa del desarrollo: la pubertad.


Cabe señalar que la pedofilia se asocia con otras parafilias como la infantofilia, la hebefilia y la efebofilia.

La infantofilia o nepiofilia se define como la atracción sexual que un adulto o adolescente experimenta hacia infantes de entre 0 y 6 años de edad. En algunos casos, se considera una subcategoría dentro de la pedofilia o incluso un sinónimo de esta, debido a la edad extremadamente temprana de las víctimas potenciales.

Por su parte, la hebefilia hace referencia a la atracción sexual que un adulto siente por menores en las primeras etapas de la pubertad, generalmente en un rango de edad que va de los 10 u 11 a los 13 o 14 años.

En contraste, la efebofilia describe la atracción sexual de un adulto hacia adolescentes en la etapa media o final del desarrollo puberal, comprendida aproximadamente entre los 14 o 15 y los 20 o 21 años. Aunque estos términos pueden confundirse, cada uno se distingue por la edad y el nivel de desarrollo de los menores hacia los cuales se dirige la atracción.


La palabra pederastia es la apropiada para referirse al abuso sexual que se comete con niños, y no pedofilia, que alude únicamente a la atracción erótica o sexual que una persona adulta siente por los niños, aunque no abuse de ellos.


El pederasta es el pedófilo que pasa a la acción incurriendo en un delito o no dependiendo de las circunstancias y edad del menor. De manera genérica, se considera abuso sexual infantil o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder.


En su mayoría, los abusadores son varones (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que utilizan la confianza y familiaridad, y el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para someter a la víctima. La media de edad de la víctima ronda entre los 8 y 12 años (edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El número de niñas que sufren abusos es entre 1,5 y 3 veces mayor que el de niños.


También, en todos los ámbitos sociales, aunque la mayor parte ocurre en el interior de los hogares y se presentan habitualmente en forma de tocamientos por parte del padre, los hermanos o el abuelo (las víctimas suelen ser, en este ámbito, mayoritariamente niñas). Si a estos se añaden personas que proceden del círculo de amistades del menor y distintos tipos de conocidos, el total constituye entre el 65-85% de los agresores.


M Celeste González



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