Día Mundial sin Alcohol
- M Celeste González

- Nov 15
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El 15 de noviembre se celebra el Día Mundial sin Alcohol, una efeméride que tiene como finalidad concienciar a la población mundial acerca de los daños físicos y psicológicos que ocasiona el consumo de de alcohol. Es de vital importancia fomentar la responsabilidad en el consumo de alcohol, especialmente en los jóvenes.
El consumo de alcohol desde una edad temprana es una práctica social permitida e incluso exigida en ciertos círculos, propiciando que cada persona beba en promedio 8,4 litros de alcohol puro al año, lo que equivale a 2,2 litros por encima del promedio mundial.
Los factores que inciden en el hábito del consumo de alcohol son diversos: depresión, baja autoestima, necesidad de autonomía, evasión de la realidad, aceptación, presión social, entre otras causas.
El impacto ambiental de la producción de bioetanol de maíz y caña de azúcar en la Argentina. Residuos cancerígenos, La producción y consumo de alcohol etílico contribuyen significativamente a la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), que son responsables del cambio climático global. Por ejemplo, la caña de azúcar genera vinazas, residuos líquidos que pueden contaminar cuerpos de agua, afectando así el ecosistema acuático.
Los residuos generados durante la producción de etanol, como las vinazas, son altamente orgánicos y pueden causar eutrofización en cuerpos de agua. Esta situación afecta la calidad del agua y la vida acuática, al desplazar hábitats naturales y especies silvestres, representando un riesgo significativo para la biodiversidad.
La producción de etanol requiere grandes cantidades de agua y puede contribuir a la deforestación si se expanden áreas agrícolas. El uso intensivo de recursos hídricos y la conversión de tierras pueden afectar tanto la seguridad alimentaria como la biodiversidad.
Los agroquímicos son tóxicos y aunque con el maíz se haga etanol, la contaminación con pesticidas y fertilizantes en las aguas superficiales y subterraneas, hace que el sistema de producción sea tóxico para la sociedad.
Además, la producción y consumo de alcohol también generan grandes cantidades de residuos sólidos, que pueden no ser gestionados adecuadamente y contribuir al problema de la basura en los océanos y ecosistemas terrestres.
Asimismo, los efectos en la salud humana, como el consumo excesivo de alcohol puede tener efectos negativos, incluyendo problemas de salud mental y física, así como riesgos para la seguridad en el trabajo y en la vida diaria.
La producción de vino genera grandes cantidades de aguas residuales contaminadas con materia orgánica procedente de la uva, productos de limpieza y desinfección y productos utilizados para el tratamiento del vino (Conradie et al., 2014). Esto causa daños importantes y contamina aún más los suelos y las vías fluviales. -Cook, Critchlow, O’Donnell, MacLean
Fuente: Los alcoholes y el impacto ambiental de Jennifer Tatiana Cedeño Mora y Cerveza Artesana
M Celeste González






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