La Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), organismo binacional creado en 1975 por Argentina y Uruguay, clasificó nueve diferentes ambientes donde viven y se pueden apreciar las cerca de 500 aves que habitan el río Uruguay, en una actividad para toda la familia.
En los bordes de caminos y rutas, el turista es acompañado por calandrias, jilgueros, chingolos, cardenales, espineros, caranchos.
Los campos de cultivos son el hogar de alados como el pecho colorado o los capuchinos; mientras que en zonas urbanas y suburbanas los gorriones, fruteros, lechuzas y rapaces de gran porte dan singularidad a las ciudades de la costa entrerriana.
Los pastizales con ñandúes, inambúes, tiránidos y el tordo amarillo (monumento natural provincial y especie en riesgo de conservación) sufren su destrucción para agricultura o forestación, lo que provocó una pérdida de la biodiversidad y disminución de las especies.
Los montes están repletos de horneros, espineros, carpinteros y trepadores, a pesar de su reducción a "pocos parches", ante el desarrollo de la actividad agrícola.
La selva en galería o ribereña es el hogar de fruteros, tingazúes, urracas y pavas de monte, aunque la urbanización no planificada (countries) y la invasión de cultivos leñosos exóticos, son sus principales enemigos.
Un sinnúmero de aves como patos, garzas, bigüaes y chorlos viven en los humedales, su lugar de refugio, alimentación y nidificación, afectados por los incendios y la mano del hombre.
Arroyos, cañadas y lagunas son la casa del martín pescador, gallinetas, jacanas, benteveos y patos, que se dejan observar y conocer su vida, hoy en día modificada por la contaminación del agua al estar cerca de producciones agrícolas y ganaderas.
Por último, el cauce principal e islas del río albergan especies únicas de hábitos migratorios como el águila pescadora, el halcón peregrino, rayadores, gaviotines.
Se alimentan principalmente de peces, por lo que es muy importante el cuidado de la calidad del agua ante los efectos de fertilizantes y contaminantes del agua.
Fragmento de La Opinión Austral
M Celeste González
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